Había llegado una
media hora antes de que Claire terminase de trabajar, y como quedarme en el
coche no me apetecía entre en el bar, así la vería y le daría una alegría. El
local estaba atestado de gente o más bien debería decir hombres, porque las
únicas chicas que había eran las camareras. Que el local estuviese lleno no era
raro hoy había una oferta, todas las consumiciones estaban a mitad de precio.
Al rato de entrar las luces se apagaron menos las que estaban dispuestas para
alumbrar el escenario, la música empezó a sonar más alta y el murmullo del bar
se fue apagando hasta que se hizo el silencio y todas las miradas se
concentraron en el escenario. Y en ese momento casi me dio un ataque al
corazón. Claire salió bailando al compás de la música que se oía por los
altavoces. Aunque el baile no se parecía en nada a lo que le había visto bailar
en el estudio, esto era mucho más sensual. Me quede embelesado mirándola, no me
fije en las dos chicas que entraron a bailar con ella. Mis ojos solo la veían a
ella y entonces nuestras miradas se cruzaron y vi el terror en sus ojos. No sabía
porque pero intuí que la había cagado así que nada más terminar el número salí
del bar para meterme en el coche y esperarla pero salió antes de que me diese
tiempo a meterme en el coche. Con lo rápido que había salido, seguro que
llevaba la ropa con la que la había visto así que antes de girarme me quite la
chaqueta y se la puse por encima.
-¿qué haces?-dijo
mirando mi chaqueta posada en sus hombros
-puede haber
periodistas y te ha costado mucho ocultar que aparte de ser camarera haces
otras cosas, como para estropearlo ahora-la sonreí
-¿no se lo vas a
contar a nadie?
-ya tengo
suficiente con que me quieras matar por lo de la foto como para añadir algo mas
no soy tan masoquista-se río, una sonrisa dulce y sincera, que no le pegaba
nada, si no la conocías.
-gracias-hubo un corto
silencio y pregunto otra cosa-¿qué haces tú aquí?
-Joel me mando a
buscarte, porque se quedó tirado en la carretera
-¿no te dijo que
no entrases?
-no, no me dijo
nada
-voy a matarle,
voy a por las cosas, me cambio y salgo, no tardo, ¿vale?
-vale, te espero
dentro del coche.
Entro de nuevo en
el bar y yo me metí en el coche. En unos 15 minutos volvió a salir, cambiada,
con mi chaqueta en la mano y con una mochila. Entro en el coche y echo la
mochila al asiento trasero del coche
junto con mi chaqueta. Luego metió su dirección en el GPS y nos fuimos. Nunca
antes había ido tan callado con alguien en el coche, llegaba a resultar incómodo,
pero tampoco sabía que decir así que antes de decir algo malo prefería
callarme.
En una media hora
estábamos en puerta de su casa. Abrió la puerta del coche pero en vez de salir,
se giró y me miro.
-te queda poco
para que te perdone por lo de la foto-me dio un beso en la mejilla y se bajó
del coche.
Abrió la puerta de
atrás, copio la mochila, cerró y se fue hacia su portal. Allí me quede hasta
que la vi entrar y entonces decidí que ya era hora de irme a casa. Cuando
llegue a casa y me dispuse a dirigirme a mi habitación Joe salió de la suya más
dormido que despierto.
-¿qué tal ha
salido?
-muy bien-quise
pasar pero la tentativa fue más grande-me ha dicho que va a matarte
-¿a mí? ¿Por qué?
-ya te lo dirá
ella cuando la veas- y con esas últimas palabras me encamine de nuevo a mi
habitación dejando a mi hermano como un pasmarote en mitad del pasillo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario