5/26/2015

Capitulo 14


Hacía mucho que no lo pasaba tan bien en una cita y el día de después fue todavía mejor ya que recibí dos ramos de rosas rojas de tallo largo, uno en casa antes de ir a trabajar y otro en la oficina. Ambos tenían una nota, en el que recibí en casa ponía “espero que esto sea el principio de una segunda cita, la cual espero a verme ganado ya” y la de la oficina complementaba la otra “esto es por si todavía no me la he ganado”. La verdad es que se la había ganado y sobre todo después de sacarme una sonrisa y además tenía ganas de quedar otra vez con él.
Hoy el trabajo fue ameno y pude salir antes, así que me fui de comprar ya que hacía mucho tiempo que no iba y además me lo merecía. Me compre un par de vestidos, unos zapatos y algún que otro complemento.
Cuando llegue a casa del centro comercial, me encontré una caja en el felpudo, la cual cogí y abrí cuando entre a casa. Dentro de ella había un precioso colgante y una nota “espero que esta noche lo lleves puesto, te recojo a las 9, Joe”. Me probé el colgante y después de ver que Joe tenía muy buen gusto y que me quedaba muy bien, lo deje en la caja y me fui a preparar para la cita de esta noche.
Esta vez no fuimos a un restaurante, Joe había alquilado una parte del puerto solo para los dos y había puesto velas y luces pequeñas por todos lados que daban un toque romántico. La cena la había preparado el y también la sirvió.
Cuando terminamos de cenar dimos una vuelta por la playa que estaba desierta ya que era invierno y no hacía tiempo para estar por allí.

Nos sentamos en la arena y nos pusimos a hablar de un montón de cosas, la verdad es que con Joe podía hablar de cualquier cosa. Cuando nos pusimos de camino al coche, me coloco su chaqueta encima de los hombros aunque yo no me había dado cuenta había refrescado. Cuando llegamos al coche, los dos nos montamos y me llevo a mi casa donde se despidió de mi primero con un beso en el coche y luego me acompaño a la puesta y allí me dio un beso en la mano. Espere a que se fuera para entrar en casa, cambiarme y me meterme en la cama a dormir y a pensar en la fantástica noche que habíamos pasado.


Una semana después

Por fin podría alejarme de los problemas que había tenido estos últimos meses. Todos me habían venido de golpe y casi me había vuelto loca. Lo primero fue, la farsa que tuve que mantener con Joe durante unos meses, luego que Nick descubriese a que me dedicaba por las noches y a la vez que eso me había enterado de que mi queridísimo abuelo había vendido la mitad del negocio sin ni siquiera decírmelo. El nuevo co-propietario, Dante, es un pesado que no me deja en paz y encima a cambiado todo el local y no solo físicamente si no también los espectáculos que dábamos en él, y para terminar de colmar el vaso, Nicholas se había puesto muy cariñoso conmigo y yo habían empezado a cogerle cariño y no era algo malo, pero ya no tenía fueras para lidiar con todo.
Aunque ya llevaba un día entero en casa, no había ni deshecho la maleta ni había sacado las cosas embaladas de su lugar solo había hecho la cama donde había dormido y para comer había pedido comida a domicilio. Así que ahora me tocaba ponerme a colocar las cosas para poder estar aquí en mis vacaciones que me había ganado a pulso.
Una de las primeras cosas que hice fue encender la caldera y poner la calefacción que no había puesto todavía, también abrí el gas y el agua que llevaban años cortadas. Luego destape los muebles de la casa que estaban tapados y arregle todas las habitaciones de la casa para que volviesen a estar habitables. Cuando llego la hora de cenar ya estaba casi toda la casa arreglada faltaban  por quitar un par de cosas como la tela que tapaba el piano de cola que había en el salón y algún que otra cosa por colocar, pero ya se parecía a la casa donde había pasado la infancia con mis padres. Me hice la cena y saque un video de todos los que tenía de cuando era pequeña y lo puse. Todo iba genial, tal y como había pensado que serían mis vacaciones tranquilas recordando viejos tiempos y entonces sonó el timbre. Me levante, abrí la puerta y me quede allí plantada sin saber qué hacer.

-Parece que has visto un fantasma-Nick me miraba desde el otro lado de la puerta-me vas a dejar pasar o te vas a quedar ahí mientras yo me muero de frio

Me aparte de la puerta y le deje pasar. Dejo las maletas en la entradita y entro en el salón y se quedó mirando la pantalla donde estaba yo con unos tres añitos, estaba con mi madre, sentadas en un prado lleno de flores.

-¿Qué haces aquí?
-Me quede preocupado, se te veía mal y creí que estar sola del todo no te vendría bien-se giró y me miro-¿eres tú?-señalo la pantalla con la mano
-si soy yo-me quede mirándolo intentando asimilar lo que había dicho-creo que te has equivocado no deberías haber venido, quería estar sola y contigo aquí no lo voy a estar.
-de verdad quieres estar sola, porque si es así cojo mis cosas y me vuelvo en el primer avión-me miro poniendo ojitos
-te puedes quedar, pero como me molestes te hecho
-eso era lo que quería oír-cogió mi mano, tiro de mí y me abrazo
-dios, estas helado-intente soltarme
-y tu estas muy calentita-me abrazo más fuerte
-pues me estas dejando helada
-eso es porque no pones de tu parte
-¿poner de mi parte en qué?
-en darnos calor mutuamente-levanto una ceja pícaramente
-serás cerdo-me separe de el-voy a por una manta ¿quieres algo de comer?
-no estaría nada mal

Fui a la habitación y volví con la manta y un plato de comida que acaba de calentar. Nick estaba sentado en el sofá mirando la tele donde mi madre y yo volvíamos a salir pero esta vez en un aula de ballet y yo llevaba las mallas para bailar al igual que mi madre he intentaba imitar lo que ella hacía. Deje el plato encima de la mesa y le puse la manta alrededor de los hombros e intente irme pero tiro de mí y me hizo sentarme encima de sus piernas y me abrazo.

-¿quieres soltarme?
-No-me miro-así entrare en calor más rápido
-Nicholas suéltame
-¿dónde está la dulce niña que sale en los videos?
-vio lo que el mundo real le deparo y maduro, quieres soltarme por favor tengo cosas que hacer

Me soltó y fui a arreglarle la habitación que iba a utilizar. Al rato vino envuelto en la manta y se paró en el vano de la puerta y se quedó mirándome.

-¿Por qué no dejas que nadie se te acerque?
-tal vez porque cada vez que dejo que eso ocurra terminan dejándome más sola de lo que estaba
-y si alguien te prometiese que nunca te dejaría, ¿le dejarías acercarse a ti?
-no, porque las promesas siempre se rompen-termine la cama y pase por su lado-esta es tu habitación espero que este a tu gusto
-preferiría dormir contigo
-sabes de sobra que eso no va a pasar

Fui al salón, recogí todo lo que había dejado, apague el reproductor y la televisión y me fui a mi habitación.



-hasta mañana Nick-cerré la puesta y le eche cerrojo a lo que él contesto con una risa



No solo cerró la puerta sino que le hecho el pestillo, por si me daba por entrar a media noche o algo parecido. Entre en la habitación que me había preparado. Las paredes eran de color rojo y en ella había estampado dibujos en negro. Solo por los colores sabía que esta era la habitación de Claire. No solo la pared era roja y negra también todo el mobiliario parecía que estaba en sincronía. Todo estaba perfectamente ordenado. En las estanterías descansaban un montón de libros y también había peluches y muñecas. El escritorio está casi vacía encima de él solo había un portátil y na estantería para CD’s en una las esquinas. La habitación es como si se hubiese quedado anclada en el tiempo, me decida muy poco de la Claire actual. Eso sí se podría decir que era más personal que la casa que tenía en EE.UU.
Me senté en la cama y reflexione sobre lo que había pasado estos últimos días, pensaba que todo iba genial pero de golpe Claire se había vuelto a encerrar en sí misma y casi no se podía hablar con ella sin que te mirase mal o te contestase de forma seca o hiriente. Ahora mismo no podría hacer nada así que me puse el pijama y me fui a la cama mañana seria otro día y otra oportunidad para evitar que Claire me terminase echando de su lado.
Me levante mucho antes que ella, no apropósito, así que decidió preparar el desayuno, levantarse y ver el desayuno preparado era una gran alegría o eso pensé yo porque la realidad fue muy diferente. Cuando estaba terminando Claire se asomó por la cocina, se acaba de levantar iba en pijama, tenía el pelo completamente despeinado y se frotaba el ojo con la mano derecha.

-¿Qué estas haciendo?-me pregunto mientras se acercaba
-el desayuno, pensé que te gustaría levantarte y verlo hecho
-sí, eso está muy bien, pero es muy pronto-miro el reloj
-Pero si son las 9 de la mañana
-pues eso pronto, estoy de vacaciones, lo suyo es levantarse tarde, pero ya que esta hecho abra que comer-se dio la vuelta-voy a por una bata ahora vuelvo-salió de la cocina.

Termine de colocar todo y espere a que volviese. Cuando volvió se había puesto una bata y se había recogido el pelo en una coleta. Comimos en silencio cosa rara por que a ella no le gustaba.

-¿Qué vamos a ver hoy?-le pregunte mientras me levantaba para recoger
-¿ver de qué?-me dijo mientras me mirase como si un alienígena me saliese de la cabeza
-me gustaría que me enseñases la ciudad, eso estaría bien-termine de colocar las cosas en el lavavajillas y lo puse
-pues conmigo no cuentes-la mire-búscate a otro que te haga de guía, yo estoy de vacaciones.
-¿me lo estás diciendo enserio?
-si, yo no pienso salir hace mucho frio
-¿así cuidas a tus invitados?-le pregunte
-yo no tengo invitados, y antes de que digas nada, te invitaste tu solito, así que ve a ver la ciudad solo-se levantó y se fue
-Claire-fui detrás de ella-por favor, solo hoy, no entiendo el idioma y me puedo perder-se giró para mirarme-te juro que no te pido nada mas
-solo hoy, mañana si quieres ver algo te las apañas-entro en la habitación y cerró la puerta-saldremos a las once así que estate listo
-vale-le conteste desde el otro lado de la puerta

Puede que solo me diese hoy pero iba a conseguir que fuesen más días. Cuando salimos de su casa. Fuimos a ver los sitios más conocidos de la cuidad donde ella vivía. Fuimos a comer a un restaurante de comida típica española que a Claire le gustaba mucho y luego por la tarde dimos una vuelta por un parque muy grande que hay allí que se llama Parque Europa donde hay monumentos famosos de toda Europa, recreados allí.
Sobre las siete de la tarde llegamos a donde estaba la Torre Eiffel que estaba iluminada. Esa zona estaba llena de parejas haciéndose fotos. Mire a Claire que estaba un poco delante de mí mirando la torre. Me acerque por detrás y la abrace. Me miro por encima del hombro.

-¿Qué te parece si nos hacemos una foto?-me miro y enarco una ceja
-¿para qué quieres una foto?
-para tener un recuerdo de este momento, además no tenemos ni una foto juntos-saque el móvil y lo puse delante para tomar la foto-sonríe

Dejo de mirarme para mirar el móvil y saque la foto. Mire la foto y se la enseñe. Me cogió el móvil y miro mucho la foto.

-no está mal pero déjame que haga yo una-me dio la espalda y preparo el móvil para la foto

La volvía a abrazar por la cintura e hizo un par de fotos. Las miro ella y luego me paso el móvil para que las viese.

-esas están mejor-y tenía toda la razón
-yo no soy fotógrafo da gracias de que se utilizar una cámara-sonrió
-y es tarde, deberíamos volver a casa y pedir algo para cenar
-estoy totalmente de acuerdo


Los dos volvimos a casa nos pusimos los pijamas y  pedimos unas pizzas para cenar que acompañamos con una película. Cuando le película termino, Claire se había quedado dormida en mi hombro, así que la cogí en brazos la lleve a la habitación la metí en la cama, la arrope y me fui a mi habitación a dormir.


Había pasado una semana y no había podido ir al Rubi’s a devolverle la pulsera a Sam, el trabajo me lo había impedido para al final después de una semana de muerte tenía un par de días libres para descansar así que hoy me disponía a ir al Rubi’s para ver otra vez a Sam y así devolverle la pulsera que había perdido. Me arregle y me puse de camino al Rubi’s. Cuando llegue el club ya estaba muy lleno, las camareras iban de un lado a otro con las bandejas llenas de bebidas, la gente hablaba animosamente y en el escenario estaba el grupo tocando música mientras se esperaban a que el siguiente número estuviese preparado. Me acerque a la barra y pedí una copa mientras me sentaba en uno de los taburetes. Cinco minutos después las luces del escenario se apagaron dando el señal de que la siguiente actuación empezaba. Las chicas se colocaron en el escenario y la música empezó a sonar. En el escenario había tres chicas y la del medio era Sam que empezó a cantar Crazy in love de Beyonce mientras bailaba a la vez que las otras dos chicas. Si el primer día que vine me había parecido genial, la actuación de hoy era impresionante.
Cuando la actuación termino me gire y mi lado sentado en otro de los taburetes estaba Dante.

-hombre ¿Qué haces tú por aquí?-me pregunto dándome una ligera palmada en la espalda
-mañana tengo el día libre y me apetecía tomar algo y que mejor que el bar de mi amigo de la infancia, donde además de buenas bebidas tengo un buen espectáculo.
-así se habla-le dio un trago a su bebida-pero me da a mí que no solo estas aquí por eso
-en realidad la otra vez encontré una pulsera que pertenecía a una de las chicas y he pensado que debía devolvérsela
-pues tendrás que esperar a que terminen las actuaciones no quiero distracciones
-lo sé, por eso estoy sentado en la barra bebiendo como si no hubiese mañana-los dos reímos
-pues siento decir esto pero te tengo que dejar que tengo cosas a las que requieren mi atención-se levanto
-esas cosas no tendrán que ver con una preciosa bailarina
-ojala fuese eso, pero dicha bailarina no esta se fue hace unos días de viaje-cogió la copa-espero que tu tengas más suerte que yo-se bebió el contenido de la copa, la dejo encima de la barra y se fue.


Yo volvía a mi copa y solo preste atención al escenario cuando salían los bailarines a representar. Cuando las actuaciones terminaron fui a la parte por donde solían salir los bailarines y me quede en la puerta esperando a que Sam saliese.


Hacía casi una semana que había perdido la pulsera que mi padre me había regalado antes de morir y no la encontraba. Estaba segura que la había perdido en el trabajo pero nadie la había visto y era imposible ya que cuando salí a actuar estaba en mi muñeca como siempre.

Hoy era martes y el local debería estar vacío pero era todo lo contrario estaba abarrotado y era algo raro ya que la gente trabajaba mañana pero parecía ser que  no les importaba porque aquí estaba para vernos actuar. Yo estaba entre bambalinas esperando a que nos tocase entrar en escena cuando eche mano a mi muñeca para tocar la pulsera, pero no estaba. Suspire y rece por poder encontrarla dentro de poco o al final me iba a dar algo. Las luces que daban al escenario mientras la música descendía de volumen para darnos la entrada a mí y a otras dos de las chicas. Las tres salimos al escenario y empezamos con nuestra actuación. Como todas las noches esta salió perfecta y no hubo ni un fallo. Justo cuando fue a salir me fije en que el jefe estaba sentado en la barra con el chico que conocí el día de la inauguración. Se llamaba Robert. Ambos conversaban mientras dejaban de mirar al escenario que ahora mismo se quedaba vacío. No sabía porque pero desde que le conocí había pensado más de la cuenta en él, y eso que apenas hable con él, pero en una parte de mi mente estaba imaginándome que había venido aquí para verme.

Cuando las actuaciones terminaron entre en el camerino y me cambie la primera estaba deseosa de saber si había venido a verme a mi o solo era porque le gustaba el sitio. Después de vestirme me mire un par de veces al espejo, quería estar bien por si daba la casualidad de que había venido a verme. Cuando salí del camerino por la puerta que daba al pasillo de salida allí estaba, apoyado al lado de la puerta de salida. Llevaba unos jeans que le quedaban de muerte, una camiseta blanca que supuse que sería de manga corta y una chaqueta marrón oscura de cuero. Me acerque a él rezando por que fuese a mí a quien buscaba. Cuando nuestros ojos se encontraron sonrió y se separan de la pared.
-hola-me dijo cuándo me acerque-creo que esto es tuyo-y me tendió su mano

En ella se encontraba la pulsera que me había regalado mi padre, suspire aliviada al saber por fin que no la había perdido para siempre.

-si-la cogí y me la puse en la muñeca-¿Dónde la encontraste?
-se te cayo fuera cuando nos chocamos, debería a verte la dado nada más que la recogí pero quería volver a verte-se puso colorado, creo que eso no lo quería decir en voz alta
-no sabes cuánto te lo agradezco, creía que la había perdido para siempre-toque la pulsera-es un regalo de mi padre justo antes de morir y me recuerda mucho a él-le di una explicación que no me había pedido y que no debería a vérsela dado
-me alegro mucho, pero si lo llego a saber te la doy antes-sonrió- has estado fantástica, creo que mejor que el día de la inauguración y ese día lo hiciste genial.

Sonreí y aparte la cara, me estaba poniendo como un tomate y eso no era normal en mí, pero claro tampoco era normal que alguien alabase lo que hacía, es más creo que era la primera persona que me decía esas cosas.

-¿te gustaría salir a cenar un día?-creo que metí la pata porque me miro raro
-sonara tonto pero iba a preguntarte ahora lo mismo-ambos reímos-así que si me encantaría cenar un día contigo
-¿Qué tal te viene mañana?-se quedó pensando
-estaría bien ¿a qué hora quieres que pase a buscarte?
-las ocho estaría bien si no es muy pronto-le mire-mañana aunque entro más tarde tengo que trabajar igual
-pues a las ocho esta genial, luego te traigo al trabajo y te vuelvo a casa
-vale-déjame tu móvil

Me miro extrañado y me lo dio. En el móvil le apunte mi teléfono y mi dirección para que fuese a buscarme y el teléfono por si tenía que llamarme o quería hacerlo.

-pues hasta mañana-se dio la vuelta y cuando dio un par de pasos volvió a girarse-¿tienes forma de ir a casa?
-sí, pero gracias por preguntar-me acerque a el y le dio un beso en la mejilla-hasta mañana- y salí del local dejándole allí plantado en todo el medio.

Cuando llegue al coche, suspire y sonreí muy alegre, mañana iba a ser un gran día.


El trabajo ya de por si era monótono pero desde que Claire se había ido de vacaciones era todavía más pesado y encima tenía mi fuente de información que me había dicho que no se había ido sola sino que Nicholas la había acompañado y eso no me hacía mucha gracias, también es verdad que no teníamos nada pero tenía seguro que iba a terminar conmigo de cualquiera de las maneras y por eso yo ya había contactado con una de mis amigas para que no dejase que esos dos llegasen a tener algo y si ya lo tenían para romperlo y entonces yo estaría allí para que Claire llorase en mi hombro.
Llamaron a la puerta y esta se abrió dejando ver el cuerpo de una mujer de unos veinte cuatro años, morena, con unas piernas larguísimas y muy guapa. No pude evitar sonreír. Claire iba a ser mía y Nick podía empezar a hacerse la idea de ello.

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